BACALAR Y MAHAHUAL
Bien se sabe que Quintana Roo alberga paraísos secretos, pero es hasta que tus ojos se encuentran con los sietes colores de La Laguna de Bacalar y tus pies sienten la arena blanca de Mahahual, que te das cuenta del innegable significado del “paraíso”. Por ello emprendimos el viaje hacia esta zona de Quintana Roo para redescubrir los secretos que aún guardan estas costas.
Aquí nuestra guía para vivir la Costa Maya en 24 horas.
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UN AMANECER DE SIETE COLORES
Desde Chetumal puedes rentar un automóvil e ir hacia el primer destino que está a menos de una hora; Bacalar, “la laguna de los siete colores” es llamada así, por qué puedes ver cada uno de éstos, cómo una paleta de variantes azules diseñada por la naturaleza.
DE FUERTE PIRATA A HOTEL BOUTIQUE
Puedes hospedarte en una variedad de lugares desde Hostales hasta pequeños hoteles Boutique, cómo Toto Blue justo en el centro del pueblo de Bacalar en dónde queda a unos pasos el fuerte de San Felipe, éste fue construido para defender al pueblo de los piratas que tocaban tierras Mayas en busca de recursos y bienes naturales.
LA LAGUNA A TUS PIES
O si prefieres estar justo en frente de la laguna, el hotel Axules es la opción. Cuenta con un restaurante y la mejor vista de la laguna, te puedes columpiar en medio del agua clara y mientras tomas una bebida refrescante en el bar y ¿por qué no? capturar las fotografías que sin duda ocuparan una posición importante en tu timeline de Instagram.
¿ACTIVIDADES POR HACER?
Dentro de las principales atracciones de este lugar se encuentran el Cenote de la Bruja, Cenote Azul y la Isla de los Pájaros. El primero realmente sorprende por sus 180 metros de profundidad que crean un abismo que te atrapa al momento de cruzarlo en kayac. El cenote azul en cambio, es una laguna en reposo que te abraza cálidamente al momento de darte un chapuzón desde 4 metros de altura. La Isla de los Pájaros cuenta con una vista central de toda la laguna, ahí podrás nadar entre peces y rodearte de aves de todo tipo.
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MAHAHUAL
El roadtrip no acaba ahí, a un par de horas se encuentra el pueblo pesquero de Mahahual, el cual está bien distinguido por un gran faro de luz. Podrás disfrutar de una forma de vida muy juvenil y una tranquilidad que te envuelve desde que tus pies tocan el malecón. Éste recorre unos cuantos kilómetros que te llevan por restaurantes y hoteles que ofrecen platillos típicos del mar, hasta actividades cómo snorkel o buceo. Cabe decir que este pueblo cuenta con su propia alberca natural, ya que un arrecife abraza la costa, por lo tanto, al nadar no te preocuparas por las grandes olas y podrás practicar tu mejor estilo de a “muertito”.
Mahahual es un pueblo realmente mágico y misterioso, sigue siendo un destino muy intimo, en dónde cada rincón cuenta su propia historia con su propia voz, desde lo culinario hasta las personas.
Uno de los mejores lugares para disfrutar tu estancia, es en el hotel 40 cañones, invadido por detalles de lujo y un estilo rústico combinado con la vegetación que rodea su restaurante y playa privada.